En el tratamiento térmico de los tubos de acero sin soldadura surgen tensiones térmicas y tensiones estructurales. Estas tensiones internas pueden superponerse o compensarse parcialmente entre sí, dando lugar a un patrón de tensiones complejo y variable. En esta complejidad influyen factores como la temperatura de calentamiento, la velocidad de calentamiento, el método de enfriamiento, la velocidad de enfriamiento y la forma y el tamaño de las piezas. En consecuencia, la deformación durante el tratamiento térmico es inevitable. Además, las colisiones mecánicas durante el proceso de tratamiento térmico pueden provocar la deformación de las piezas, pero unos ajustes operativos adecuados pueden ayudar a minimizar y evitar este problema.
Consideraciones clave en el tratamiento térmico de tubos de acero sin soldadura
- Descarburación superficial
Durante el tratamiento térmico de tubos de acero sin soldadura, si el calentamiento se produce en un medio oxidante, la superficie puede oxidarse, lo que provoca una reducción del contenido de carbono en la superficie, lo que se conoce como descarburación superficial. Si la profundidad de la capa descarburada supera el margen de mecanizado final, puede ser necesario desguazar las piezas. La profundidad de la descarburación superficial puede determinarse mediante métodos metalográficos y ensayos de microdureza. Como criterio de arbitraje se prefiere el método de medición de la curva de distribución de microdureza de la capa superficial.
- Puntos blandos
Los puntos blandos de los tubos de acero sin soldadura son zonas en las que la dureza superficial es insuficiente debido a un calentamiento inadecuado, un enfriamiento deficiente o unas operaciones de temple incorrectas. Estos puntos blandos pueden provocar abrasión superficial y reducir la resistencia a la fatiga, de forma similar a los efectos de la descarburación superficial. Garantizar unos procedimientos de tratamiento térmico adecuados puede mitigar la aparición de puntos blandos.
Al conocer estos factores, los fabricantes pueden optimizar sus procesos de tratamiento térmico para producir tubos de acero sin soldadura de mayor calidad y rendimiento, minimizando los defectos y garantizando la integridad del producto final.