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Existen varios tipos de tubos de acero sin costura, cada uno de los cuales requiere diferentes grados de acero. Incluso dentro del mismo tipo de tubo, la composición química puede variar. Sin embargo, mediante el tratamiento térmico, estos tubos pueden fabricarse para cumplir con las normas técnicas pertinentes o los requisitos específicos del comprador. Los procesos de tratamiento térmico para tubos de acero al carbono, como se describe en las normas de productos, generalmente se dividen en las siguientes cinco categorías.
Temple + revenido a alta temperatura (Q+T, también conocido como tratamiento de temple y revenido)
En este proceso, el tubo de acero se calienta a una temperatura de temple para transformar su estructura interna en austenita. Luego, el tubo se enfría rápidamente a una velocidad superior a la velocidad crítica de temple, convirtiendo la estructura en martensita. Después, se templa a alta temperatura para lograr una estructura de sorbita templada uniformemente. Este tratamiento mejora la resistencia y dureza del tubo al tiempo que equilibra su resistencia, plasticidad y tenacidad para cumplir con los requisitos de rendimiento.
Normalización (N, también conocida como Normalización)
El tubo de acero se calienta a una temperatura de normalización, transformando su estructura interna completamente en austenita. Luego se enfría al aire. La normalización da como resultado varias estructuras metálicas como perlita, bainita, martensita o una mezcla de estas. Este proceso refina los granos, homogeneiza la composición, elimina la tensión, aumenta la dureza y mejora el rendimiento de corte.
Normalización + Templado (N+T)
Después de normalizar el tubo de acero, se aplica el proceso de templado. La estructura final puede ser ferrita templada + perlita, ferrita + bainita, bainita templada, martensita templada o sorbita templada. Esta combinación estabiliza la estructura interna y mejora la plasticidad y la tenacidad del tubo.
Recocido
El recocido implica calentar el tubo de acero a una temperatura específica, mantenerla durante un período determinado y luego enfriarla lentamente dentro del horno antes del enfriamiento final fuera del horno. Los tipos de recocido incluyen esferoidización, recocido completo y recocido de alivio de tensión. Los principales propósitos del recocido son:
Reducir la dureza de la tubería de acero y aumentar su plasticidad para facilitar el procesamiento de corte o deformación en frío.
Refinar la estructura del grano, eliminar defectos y preparar la tubería para procesos posteriores.
Eliminar la tensión interna para evitar la deformación o el agrietamiento.
Tratamiento de solución sólida (principalmente para acero inoxidable austenítico 18-8)
En este proceso, la tubería de acero se calienta a una temperatura de solución sólida para disolver los carburos y los elementos de aleación de manera uniforme en la austenita. Luego se enfría rápidamente para evitar la precipitación de carbono y elementos de aleación, lo que da como resultado una única estructura de austenita. Las principales funciones del tratamiento de solución sólida incluyen:
Homogeneizar la estructura y composición internas.
Eliminar el endurecimiento que se produce durante el procesamiento, lo que facilita la deformación en frío posterior.
Restaurar la resistencia a la corrosión del acero inoxidable.
Estos procesos de tratamiento térmico son cruciales para adaptar las propiedades de los tubos de acero sin costura para cumplir con requisitos técnicos y de rendimiento específicos.